AÑO

2018

CLIENTE

Privado

USO

Residencial

SUPERFICIE

150 m2

CATEGORÍA

Arquitectura

ESTADO

En proceso



 

Todas las actividades humanas afectan al medio ambiente. Algunas menos, algunas mucho más. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el sector de la construcción es responsable de hasta el 30% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero. Actividades como la minería, el procesamiento, el transporte, las operaciones industriales y la combinación de productos químicos dan como resultado la liberación de gases como CO2, CH4, N2O, O3, halocarbonos y vapor de agua. Cuando estos gases se liberan a la atmósfera, absorben una porción de los rayos del sol y los redistribuyen en forma de radiación en la atmósfera, calentando nuestro planeta. Con una cantidad desenfrenada de gases liberados diariamente, esta capa se espesa, lo que hace que la radiación solar ingrese y no pueda salir del planeta, causando impactos incalculables para la humanidad, como la desertificación, el derretimiento de los hielos, la escasez de agua, y la intensificación de las tormentas, huracanes, inundaciones, modificando los ecosistemas y reduciendo la biodiversidad.

Como arquitectos, una de nuestras mayores preocupaciones debiese ser la reducción de las emisiones de carbono incorporadas en los edificios. Ser capaces de medir, cuantificar y calificar sus impactos es un buen camino para comenzar.

El término Carbono incorporado o Energía incorporada (también llamado Contenido energético, Energía Gris, o Energía oculta) se refiere a la suma del impacto de todas las emisiones de gases de efecto invernadero atribuidas a un material durante su ciclo de vida. Estos van desde su extracción, fabricación, y construcción, hasta su mantención y eliminación. Por ejemplo, el hormigón armado es un material con una energía incorporada extremadamente alta. Esto se debe a que, al fabricar el cemento, se liberan grandes cantidades de CO2 en la etapa de calcinación, donde la piedra caliza se transforma en óxido de calcio (cal virgen), y también en la quema de combustibles fósiles en los hornos. Si agregamos esto a la toda la explotación de las arenas y piedras, el hierro para la armadura, su transporte hasta la obra para ser agregado a la mezcla, podemos comprender el impacto de cada decisión de un proyecto en el medio ambiente. Otros materiales de construcción, como la cerámica, los ladrillos y el plástico, requieren grandes cantidades de energía para fabricarse, ya que los minerales utilizados en ellos deben extraerse y tratarse en procesos energéticamente intensivos.